Los
clusters y el emprendimiento
Por:
Fernando Cárdenas E.
Desde
hace años los expertos han dedicado esfuerzos a entender el efecto de los clusters
en el desarrollo económico y particularmente su impacto a través del fenómeno
del emprendimiento. Michael Porter ha sido uno de los líderes en este frente. Porter
define los clusters como las concentraciones geográficas de compañías
interconectadas y de instituciones asociadas en un campo en particular (no
se lea industria[1]),
que están vinculados por temas comunes o complementarios. Esta definición
incluye competidores y sustitutos, proveedores especializados, proveedores de
servicios, empresas en otras industrias relacionadas e instituciones como
universidades y asociaciones.
¿Cuál
es el papel que deberían jugar los clusters en el emprendimiento? ¿Cuál el rol
de las entidades de gobierno para promover el impacto de estos en la creación y
crecimiento de las empresas y en el desarrollo económico?
Marshall
en 1920 estudió por primera vez los mecanismos que actúan a favor de la
aglomeración regional de nuevas industrias. Para él existen tres mecanismos que
la impulsan: 1. La difusión de conocimiento, 2. La interacción entre insumos de
entrada y de salida, y 3. Los grupos de talento. Con el tiempo otros autores, incluyendo a
Porter, han incorporado otros mecanismos como las características de la demanda
local, la existencia de instituciones especializadas, la estructura de negocios
regionales y la presencia de redes sociales.
Un
ambiente fuerte de clusters tiene un impacto importante en el emprendimiento.
Reduce las barreras de entrada, facilita el crecimiento y aumenta las ventajas
comparativas y por lo tanto puede ser un dinamizador del desarrollo económico
regional.
Un
estudio reciente realizado por Porter, Delgado y Stern muestra que parte
importante de los beneficios para la creación y crecimiento de empresas
proviene de los clusters formados por industrias relacionadas entre ellas, con
la presencia de industrias de soporte. Estas estructuras facilitan la creación
de nuevas empresas que aprovechan las bajas barreras de entrada, y ayudan al
crecimiento de las empresas existentes propiciando incrementos en la
productividad, aprovechando las complementariedades, generando externalidades
positivas y difusión del conocimiento. El propósito además de mejorar la
productividad es acelerar la innovación.
Sin
embargo, hay dos efectos que operan en dirección contraria en los clusters. El
efecto de convergencia (negativo para el emprendimiento) que hace que la
rentabilidad y el crecimiento de los negocios se reduzcan a medida que se
generan más empresas en la misma industria. Esto se presenta debido a la reducción
en las oportunidades de negocio, escases relativa de los insumos o factores de producción
como el talento especializado, y a la intensidad en la competencia.
Por
otra parte hay un efecto de aglomeración positivo, que hace que aumenten los
incentivos para la entrada de nuevas empresas. Mientras que la intensidad en la
competencia disminuye los retornos, ésta también crea incentivos para la
innovación y la excelencia en la gestión, aumentando las probabilidades de
supervivencia de los emprendimientos. La presencia de productos y servicios
complementarios, aumenta la disponibilidad de insumos y de talento, incrementa
las oportunidades de negocio y genera interés en la creación de nuevas
empresas.
Para
seguir esta discusión es fundamental entender la diferencia entre el nivel de
especialización de una región en industrias y la fortaleza del entorno de los
clusters alrededor de estas. La evidencia académica que vincula el crecimiento
emprendedor con la especialización de industrias es ambigua. El crecimiento no depende
de promover ciertas industrias, depende de la naturaleza de la competencia y de
la interacción entre las nuevas empresas y las empresas existentes, y de estas
con las instituciones. Es aquí en donde hay que tener mucho cuidado en los
países en desarrollo. Algunos encargados de la política publica han confundido
el efecto de los clusters con la especialización industrial. En los clusters
las empresas nuevas, las existentes y las instituciones colaboran, se promueve
el desarrollo de tecnologías, talento, conocimiento, consumidores y clientes
innovadores y demandantes, y de instituciones comunes. El propósito central es
aumentar la eficiencia operacional y la innovación mediante la
complementariedad para incrementar el retorno y crecimiento de todos.
Para
definir si los clusters tienen un impacto positivo o negativo en determinada
región es necesario entender cual de los dos efectos descritos anteriormente domina.
Esto según los estudios realizados, depende en gran medida de que tan
complementarias sean las empresas e instituciones que pertenecen al cluster. En
otras palabras, si el cluster se parece más a un conjunto de empresas similares,
o sea a una industria, prima el efecto negativo de convergencia y el impacto
sobre la creación y desarrollo de empresas no es bueno. Mientras que si el
cluster es realmente un grupo de empresas y entidades complementarias, prima el
efecto positivo de aglomeración.
La
pregunta que surge entonces es: ¿cuáles clusters deben apoyarse y cual es el
papel de la política publica para propiciar su desarrollo y favorecer así el
emprendimiento? Es aquí donde se presentan las mayores dificultades, y en mi
opinión, en donde los funcionarios encargados de la política pública
malinterpretan las conclusiones de Porter y otros autores.
Según
Porter los clusters emergen, y el papel de la política publica no debe orientarse
a seleccionar cuales deben emerger, sino a apoyar aquellos que se van
desarrollando según las condiciones microeconómicas de la región. Cuando se trata de países en desarrollo, el
gobierno tiene que priorizar el mejoramiento de los aspectos del entorno de
negocios que afectan horizontalmente a todos los clusters, como
Infraestructura, impuestos y la efectividad del sistema legal.
Cómo bien lo indica Porter, el
principal papel de los gobiernos es remover los obstáculos para el desarrollo
de los clusters existentes y emergentes, no el de seleccionar industrias. Y cuando hablamos de los
emergentes es importante pensar: ¿Quién sería capaz de definir cúales van a ser
los clusters emergentes en cualquiera de nuestras ciudades?
El papel del gobierno según lo
explica claramente Porter es reforzar el desarrollo y mejoramiento de todos los clusters existentes y
emergentes, y no escoger entre ellos.
CONCLUSIONES
Las fronteras de los clusters
evolucionan continuamente, nuevas empresas e industrias emergen, las industrias
establecidas decaen y las instituciones locales se desarrollan y cambian. El
número y la sofisticación de los clusters aumentan con el desarrollo de las
regiones. La política pública en relación con los clusters en nuestros países debería
enfocarse no solo a las industrias de tecnología, sino a lo que Porter llama
tecnologías habilitadoras, que son campos del saber que mejoran el desarrollo
de muchas industrias. Debemos dejar de escoger industrias y dedicar los
esfuerzos a remover obstáculos y a facilitar la complementariedad entre las
empresas existentes, las emergentes y nuestras instituciones.
[1] Nota del autor de este artículo. Porter, indica que definir un cluster
como una industria, pasa por alto conexiones muy importantes entre industrias y
con otras instituciones, lo que puede afectar la competitividad.
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