lunes, 11 de abril de 2016

LOS CLUSTERS Y EL EMPRENDIMIENTO

Los clusters y el emprendimiento

Por: Fernando Cárdenas E.
Desde hace años los expertos han dedicado esfuerzos a entender el efecto de los clusters en el desarrollo económico y particularmente su impacto a través del fenómeno del emprendimiento. Michael Porter ha sido uno de los líderes en este frente. Porter define los clusters como las concentraciones geográficas de compañías interconectadas y de instituciones asociadas en un campo en particular (no se lea industria[1]), que están vinculados por temas comunes o complementarios. Esta definición incluye competidores y sustitutos, proveedores especializados, proveedores de servicios, empresas en otras industrias relacionadas e instituciones como universidades y asociaciones.

¿Cuál es el papel que deberían jugar los clusters en el emprendimiento? ¿Cuál el rol de las entidades de gobierno para promover el impacto de estos en la creación y crecimiento de las empresas y en el desarrollo económico?

Marshall en 1920 estudió por primera vez los mecanismos que actúan a favor de la aglomeración regional de nuevas industrias. Para él existen tres mecanismos que la impulsan: 1. La difusión de conocimiento, 2. La interacción entre insumos de entrada y de salida, y 3. Los grupos de talento.  Con el tiempo otros autores, incluyendo a Porter, han incorporado otros mecanismos como las características de la demanda local, la existencia de instituciones especializadas, la estructura de negocios regionales y la presencia de redes sociales.

Un ambiente fuerte de clusters tiene un impacto importante en el emprendimiento. Reduce las barreras de entrada, facilita el crecimiento y aumenta las ventajas comparativas y por lo tanto puede ser un dinamizador del desarrollo económico regional.

Un estudio reciente realizado por Porter, Delgado y Stern muestra que parte importante de los beneficios para la creación y crecimiento de empresas proviene de los clusters formados por industrias relacionadas entre ellas, con la presencia de industrias de soporte. Estas estructuras facilitan la creación de nuevas empresas que aprovechan las bajas barreras de entrada, y ayudan al crecimiento de las empresas existentes propiciando incrementos en la productividad, aprovechando las complementariedades, generando externalidades positivas y difusión del conocimiento. El propósito además de mejorar la productividad es acelerar la innovación.

Sin embargo, hay dos efectos que operan en dirección contraria en los clusters. El efecto de convergencia (negativo para el emprendimiento) que hace que la rentabilidad y el crecimiento de los negocios se reduzcan a medida que se generan más empresas en la misma industria. Esto se presenta debido a la reducción en las oportunidades de negocio, escases relativa de los insumos o factores de producción como el talento especializado, y a la intensidad en la competencia.

Por otra parte hay un efecto de aglomeración positivo, que hace que aumenten los incentivos para la entrada de nuevas empresas. Mientras que la intensidad en la competencia disminuye los retornos, ésta también crea incentivos para la innovación y la excelencia en la gestión, aumentando las probabilidades de supervivencia de los emprendimientos. La presencia de productos y servicios complementarios, aumenta la disponibilidad de insumos y de talento, incrementa las oportunidades de negocio y genera interés en la creación de nuevas empresas.  

Para seguir esta discusión es fundamental entender la diferencia entre el nivel de especialización de una región en industrias y la fortaleza del entorno de los clusters alrededor de estas. La evidencia académica que vincula el crecimiento emprendedor con la especialización de industrias es ambigua. El crecimiento no depende de promover ciertas industrias, depende de la naturaleza de la competencia y de la interacción entre las nuevas empresas y las empresas existentes, y de estas con las instituciones. Es aquí en donde hay que tener mucho cuidado en los países en desarrollo. Algunos encargados de la política publica han confundido el efecto de los clusters con la especialización industrial. En los clusters las empresas nuevas, las existentes y las instituciones colaboran, se promueve el desarrollo de tecnologías, talento, conocimiento, consumidores y clientes innovadores y demandantes, y de instituciones comunes. El propósito central es aumentar la eficiencia operacional y la innovación mediante la complementariedad para incrementar el retorno y crecimiento de todos.   

Para definir si los clusters tienen un impacto positivo o negativo en determinada región es necesario entender cual de los dos efectos descritos anteriormente domina. Esto según los estudios realizados, depende en gran medida de que tan complementarias sean las empresas e instituciones que pertenecen al cluster. En otras palabras, si el cluster se parece más a un conjunto de empresas similares, o sea a una industria, prima el efecto negativo de convergencia y el impacto sobre la creación y desarrollo de empresas no es bueno. Mientras que si el cluster es realmente un grupo de empresas y entidades complementarias, prima el efecto positivo de aglomeración.  

La pregunta que surge entonces es: ¿cuáles clusters deben apoyarse y cual es el papel de la política publica para propiciar su desarrollo y favorecer así el emprendimiento? Es aquí donde se presentan las mayores dificultades, y en mi opinión, en donde los funcionarios encargados de la política pública malinterpretan las conclusiones de Porter y otros autores.

Según Porter los clusters emergen, y el papel de la política publica no debe orientarse a seleccionar cuales deben emerger, sino a apoyar aquellos que se van desarrollando según las condiciones microeconómicas de la región.  Cuando se trata de países en desarrollo, el gobierno tiene que priorizar el mejoramiento de los aspectos del entorno de negocios que afectan horizontalmente a todos los clusters, como Infraestructura, impuestos y la efectividad del sistema legal. 
Cómo bien lo indica Porter, el principal papel de los gobiernos es remover los obstáculos para el desarrollo de los clusters existentes y emergentes, no el de seleccionar industrias. Y cuando hablamos de los emergentes es importante pensar: ¿Quién sería capaz de definir cúales van a ser los clusters emergentes en cualquiera de nuestras ciudades?

El papel del gobierno según lo explica claramente Porter es reforzar el desarrollo y mejoramiento de todos los clusters existentes y emergentes,  y no escoger entre ellos.

CONCLUSIONES  

Las fronteras de los clusters evolucionan continuamente, nuevas empresas e industrias emergen, las industrias establecidas decaen y las instituciones locales se desarrollan y cambian. El número y la sofisticación de los clusters aumentan con el desarrollo de las regiones. La política pública en relación con los clusters en nuestros países debería enfocarse no solo a las industrias de tecnología, sino a lo que Porter llama tecnologías habilitadoras, que son campos del saber que mejoran el desarrollo de muchas industrias. Debemos dejar de escoger industrias y dedicar los esfuerzos a remover obstáculos y a facilitar la complementariedad entre las empresas existentes, las emergentes y nuestras instituciones.  




[1] Nota del autor de este artículo. Porter, indica que definir un cluster como una industria, pasa por alto conexiones muy importantes entre industrias y con otras instituciones, lo que puede afectar la competitividad.  

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