miércoles, 10 de agosto de 2016

CRECER HACE PERDER EL ARTE DE PENSAR

Crecer hace perder el arte de pensar

Por: Fernando Cárdenas E.
Hace pocos días me encontré un excelente artículo de mi profesor de marketing Duncan Simester, que me puso a pensar.  Duncan afirma que muchos ejecutivos en las empresas grandes han perdido el arte de pensar. Gran número de ellos ha progresado en sus organizaciones por lo que llamamos habilidades de ejecución. Desafortunadamente, son esas mismas habilidades que los hicieron progresar las que les producen un sesgo en su comportamiento, que hace que prefieran actuar que pensar.

Por qué pasa esto? Que deberían hacer para evitarlo?

Según Simester, muchos ejecutivos están programados para trabajar en modo solución. Los incentivos durante su crecimiento profesional han estado direccionados a la ejecución rápida de soluciones y no al pensamiento estratégico del negocio.  Cuando se les pregunta por qué es esa la situación, la mayoría responde que se debe a que no tienen tiempo para pensar.

Cómo llegamos a este punto? La respuesta es el excesivo énfasis en ejecución que tienen las grandes organizaciones. Las empresas crecen y se vuelven grandes con base en la replicación y el escalamiento de modelos de negocios que han probado ser exitosos.  Ésto requiere de un sistema de trabajo altamente eficiente y estandarizado y para que un ejecutivo sea exitoso en este entorno debe tener un foco preponderante en la ejecución. Pero entonces quien va a diseñar los nuevos modelos de negocio en estas organizaciones?  Si estos ejecutivos exitosos en replicar el modelo de negocios y con excelentes habilidades de ejecución son los promovidos, quien va a pensar estratégicamente?

Según mi profesor de marketing, el objetivo del pensamiento estratégico es encontrar los “insights” estratégicos del negocio. Cuáles son los mercados en los que se debe competir y cuáles son los que se deberían evitar. Estos “insights” describen las fronteras que separan los mercados atractivos de los no atractivos y para encontrarlos es necesario dedicar tiempo a pensar, empezando desde conocer y escuchar a los clientes y los consumidores. Es necesario cuestionar y cambiar los supuestos, crear nuevas hipótesis y ensayarlas en el mundo real. Los ejecutivos de las empresas necesitan dedicar tiempo a este tipo de pensamiento, además deben aprender a sentirse cómodos con la ambigüedad y con la incertidumbre. Deben evitar la tentación de validar todo antes de empezar a experimentar.

Cómo hacer para que los líderes de las grandes organizaciones encuentren tiempo para pensar y acepten el mundo actual de incertidumbre y ambigüedad? Según Duncan Simester la clave está en saber delegar. Cuando los líderes son forzados a delegar pueden dedicar más tiempo al pensamiento estratégico y los equipos de trabajo a cargo de la ejecución suelen sentirse más motivados. Otra medida complementaria a la delegación es la de crear espacios de pensamiento. Por ejemplo, separar en la agenda una tarde a la semana para pensar estratégicamente. Sin embargo, en mi opinión, estas dos propuestas resuelven solamente el problema de disponibilidad de tiempo para pensar. Que hacer para ayudar a los ejecutivos a que se sientan cómodos con la incertidumbre?  Mi sugerencia es la creación de una cultura y un ambiente con incentivos que premien la experimentación.  Forzar a los ejecutivos a que salgan de su zona de confort, para pasar a la zona en donde la magia ocurre.


Será que sus ejecutivos han perdido el arte del pensamiento? Será que en sus compañías se están premiando exclusivamente las habilidades de ejecución? Se están creando incentivos y culturas apropiadas para manejar la incertidumbre y experimentar?  Estamos en la zona de confort o adonde la magia sucede?