martes, 15 de mayo de 2018

LA EDAD Y EL EMPRENDIMIENTO INNOVADOR


Por: Fernando Cárdenas E.

La mayoría de las personas tiene la idea de que el emprendimiento innovador es un tema de las nuevas generaciones y de personas jóvenes. Hemos oído las historias de emprendedores exitosos que se retiran de las universidades antes de terminar sus carreras para montar sus empresas. Google y Microsoft son algunos ejemplos de esto. Hollywood se ha encargado de llevar al cine casos como el de Mark Zuckerberg y Steve Jobs. ¿Pero será que estas experiencias son representativas de la realidad emprendedora del mundo? ¿Será que el emprendimiento exitoso de alto crecimiento es primordialmente adelantado por los jóvenes?

Un estudio reciente realizado por el profesor Pierre Azoulay de MIT y sus coautores responde estas preguntas.

El emprendimiento ha demostrado ser fuente de crecimiento económico e impulsor del mejoramiento de la calidad de vida. Sin embargo, el emprendimiento exitoso de alto crecimiento es escaso en la mayoría de las economías y en especial en los países en desarrollo. La mayoría de los emprendimientos fallan o no son fuentes de innovación importante para de verdad tener efectos en la productividad de un país y en su crecimiento económico. Los académicos que han estudiado el emprendimiento innovador han investigado cuidadosamente las características de los emprendedores exitosos y una de esas características es su edad.

La visión general tanto de la población como de muchos de los inversionistas profesionales de capital privado y de capital de riesgo ha sido que las personas jóvenes son las más capaces de generar ideas innovadoras y de convertir estas en emprendimientos. Algunos de los argumentos utilizados para sustentar esta creencia se basan en que las personas jóvenes pueden ser más astutos, menos distraídos por las responsabilidades y obligaciones familiares, más propensos a tomar riesgos y mejores para tener ideas transformadoras. Otros por el contrario afirman que las personas jóvenes pueden tener desventajas importantes a la hora de emprender. Tienen pocos recursos financieros, menor capital relacional y definitivamente menores capacidades y experiencia gerencial y de gestión.

Varios estudios muestran que la edad promedio para crear compañías es alrededor de los 40 años. Pero estos estudios utilizan datos de compañías que no tienen ambiciosas expectativas de crecimiento. Se trata principalmente de compañías de subsistencia o compañías cuyo objetivo es tener una buena fuente de ingresos que sustituya al empleo. Algunos estudios analizan la edad de los emprendedores de compañías tecnológicas en Estados Unidos y encuentran por ejemplo que las empresas de tecnología e ingeniería con ventas superiores a un millón de dólares fueron creadas por personas con edad promedio de 39 años. Otros estudios que se enfocan en compañías de plataformas como Angel List y CrunchBase encuentran que los emprendedores crean sus compañías 5 años después de terminar sus estudios universitarios. Otros autores difieren y afirman que los emprendedores se demoran del orden de 17 años después de terminar su carrera para crear sus empresas. Cuando se analizan las empresas financiadas por fondos de capital de riesgo, se encuentra que la edad promedio de los fundadores al momento de su creación es de 31 años.

Azoulay y sus colegas investigan la relación entre la edad de los fundadores y el crecimiento empresarial. Este estudio se enfoca en las empresas con alto crecimiento (en ingresos y empleo de calidad) que por consiguiente tienen impacto económico y mejoran la calidad de vida de la población. La principal conclusión de este estudio es que los emprendedores exitosos no son jóvenes. Son personas de edad media. Los autores no encuentran evidencia de que los emprendedores de 20 o 30 años tengan mayor potencial de éxito (crecimiento y posibilidad de salida a bolsa o venta a inversionistas estratégicos) en sus emprendimientos. Por el contrario, la evidencia muestra que los fundadores son especialmente exitosos cuando arrancan sus empresas entre los 40 y 50 años y que la proporción de emprendedores exitosos que fundan sus empresas entre los 20 y 30 años es menor.  Concretamente el estudio revela que la edad promedio de los fundadores de las compañías que más crecen (1 de cada 1000 que se fundan son las que son exitosas en crecimiento) es 45 años. Esto es cierto también cuando se analizan exclusivamente compañías de tecnología. Un emprendedor de 50 años tiene 1.8 veces más probabilidad de tener una empresas de alto crecimiento que un fundador en sus 30s. La menor probabilidad de éxito la tienen los emprendedores en sus 20s.   

Conclusiones
La creencia común de inversionistas y del público de que los emprendedores de alto potencial de crecimiento son los jóvenes que abandonan la universidad para crear sus empresas es un mito. Las personas que a mitad de su vida crean empresas basadas en las oportunidades de negocio detectadas durante su carrera profesional, son las que mayor posibilidad de éxito tienen. Esto lo deberían tener claro los inversionistas, las entidades encargadas de la política pública y de fomento al emprendimiento. Crear condiciones adecuadas, incentivos y apoyos para desarrollar la industria de capital de riesgo y dejar de enfocar exclusivamente los esfuerzos en eventos y actividades orientados a los jóvenes estudiantes para complementarlos con acciones concretas para “grandes” podría tener un impacto importante en la generación y crecimiento de los emprendimientos con alto potencial, en la generación de empleo, en la productividad y en el crecimiento económico de nuestros países.