martes, 10 de mayo de 2016

CAPACIDADES DINAMICAS: LA ESTRATEGIA PARA CRECER EN AMBIENTES DE INNOVACIÓN

Capacidades dinámicas: la estrategia para crecer en ambientes de innovación

Por: Fernando Cárdenas E.
El centro de la estrategia de crecimiento de una empresa está en definir como crear y capturar valor. Es decir, en como las empresas construyen y sostienen una ventaja competitiva. La teoría de las capacidades dinámicas analiza cuales son las fuentes y los métodos para lograr este propósito en ambientes de rápido cambio tecnológico. La ventaja competitiva de las organizaciones depende de sus procesos distintivos, de sus activos tangibles e intangibles y de los caminos que haya escogido para aprovecharlos.  

¿ Como se  construye esta ventaja competitiva?
¿ De que depende que ésta perdure y no sea fácilmente erosionada?

La aproximación estratégica que todos hemos utilizado en las compañías maduras, en ambientes de baja incertidumbre, se basa en el posicionamiento, después de analizar las características de la industria. Sin embargo, en ambientes de cambio tecnológico rápido y por lo tanto de alta incertidumbre, es necesario complementar este enfoque con lo que varios autores llaman la teoría de las competencias dinámicas. Esta aproximación es especialmente relevante cuando se trata de un mundo en el que se compite con base en innovación, en el que las competencias existentes sufren lo que Schumpeter llamó “la creación destructiva”. Es decir en ambientes en los cuales la innovación hace que las competencias existentes se tornen obsoletas.    

A través de la historia, diferentes enfoques han dominado la teoría estratégica. El enfoque de los años 80 fue el de las fuerzas competitivas, desarrollado por Michael Porter. Esta teoría se basa en el concepto de la economía industrial y enfatiza las acciones que debe tomar una compañía para posicionarse adecuadamente en una industria y defenderse de las fuerzas competitivas que la caracterizan.

Un segundo enfoque, el de los conflictos estratégicos, nace de la teoría de juegos. Se basa en disuadir la entrada de nuevos jugadores y en como debe ser la interacción con los competidores existentes, a través de inversiones, precios, señales y el control de la información.

Las  dos teorías anteriores se centran en el posicionamiento de las empresas y de sus productos. Hay otras teorías que a diferencia de estas, se basan en la construcción de la ventaja competitiva a través de la eficiencia y efectividad a nivel de la firma. Este enfoque viene de la discusión antigua de las fortalezas y debilidades, del desarrollo de la economía de las organizaciones y del estudio de los cambios tecnológicos y organizacionales.

La primera escuela estratégica de esta tendencia es la de la teoría de los recursos, que enfatiza los activos y las capacidades individuales de cada empresa, como determinantes fundamentales de su desempeño. Los recursos deben ser valiosos, raros, inimitables y no sustituibles para servir de fuente de ventaja competitiva.
Otra línea estratégica de la familia de las teorías basadas en la eficiencia y efectividad de la firma, es la central de este artículo, el enfoque en las capacidades dinámicas. Este enfoque hace énfasis en el desarrollo de habilidades gerenciales y en combinaciones difíciles de imitar de habilidades organizacionales, funcionales y tecnológicas.    

LAS CAPACIDADES DINAMICAS

Cuando se trata de de ambientes de alta incertidumbre con rapidas tasas de cambio tecnologico, los primeros tres enfoques estrategicos no son suficientes para mantener una ventaja competitiva en el tiempo. Los ganadores en este tipo de ambientes han sido compañías que han sabido reaccionar en forma rápida y flexible a los cambios en el entorno de negocios, mediante la innovación de productos, servicios o modelos de negocio, combinada con la capacidad gerencial de coordinar y redireccionar en forma efectiva las competencias y recursos externos e internos a la organización.

La dificultad en este enfoque nace del hecho de que la organización debe tomar decisiones irreversibles acerca de la trayectoria que va a tomar para desarrollar estas competencias.  Este camino va a definir las oportunidades que se presentan para la organización en el futuro. La construcción de la ventaja competitiva bajo este enfoque requiere entonces de la explotación de las competencias actuales y del desarrollo de nuevas competencias para responder a los cambios en el entorno, siguiendo la trayactoria seleccionada. El foco debe ser definido no desde el punto de vista de los productos o servicios, ni de los mercados, sino desde la perspectiva de las competencias distintivas y de la trayectoria definida para las competencias futuras.

CONCLUSIONES
Las ventajas competitivas basadas en el posicionamiento son más fáciles de erosionar y pueden perderse con los rápidos cambios en el entorno de negocios. Las estrategias basadas en las fuerzas competitivas o en el conflicto estratégico dependen de limitar la competencia y han sido usuales y exitosas en los mercados en vía de desarrollo. Sin embargo, a medida que los entornos de negocio se vuelven más dinámicos y que la competencia se centra en la innovación, las estrategias basadas en los recursos y en las competencias dinámicas son fundamentales para la construcción y captura de valor.  La ventaja competitiva proviene en estos casos de las rutinas de alto desempeño, de la innovación y gestión exitosa de los recursos y de las competencias de la organización, y de la trayectoria definida para su desarrollo.


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