Capital Emprendedor en Países en Desarrollo: Escogiendo Cerezas o
Besando Sapos
Por:
Fernando Cárdenas E. basado en artículo de Bertoni et al.
Mucho
se habla en nuestros países de la importancia del capital de riesgo para el
desarrollo de las empresas intensivas en innovación. Sin embargo, hay evidencia
de que muchas compañías con alto potencial de crecimiento optan por caminos
diferentes al capital de riesgo formal para financiar sus procesos de expansión.
Bertoni,
D´adda y Grilli del politécnico de Milán, estudiaron este fenómeno en países
con poco desarrollo en los mercados de capital emprendedor en comparación con
aquellos que cuentan con una industria desarrollada de capital de riesgo.
En
los países con industria de capital de riesgo poco desarrollada, como la
mayoría de los países de latino América, el efecto de “besar Sapos”, es decir, la habilidad de construir emprendimientos ganadores con emprendedores con bajos
niveles de capital gerencial y conocimiento financiero, prima sobre el efecto de
“escoger cerezas”, o de seleccionar los mejores emprendimientos
en términos de ideas y recursos.
Una
de las preguntas que originó este estudio es: ¿Sí el capital de riesgo es tan
importante para el desarrollo de las empresas intensivas en innovación, por qué
muchas de los emprendimientos no optan por este camino para financiar su
crecimiento?
El
modelo desarrollado por Bertoni y sus colegas, describe dos fases en el proceso
de inversión en la industria de capital de riesgo: 1. Los emprendedores deciden
si quieren o no hacer parte del mercado de capital de riesgo y 2. Los fondos de
capital seleccionan de aquellas empresas que deciden participar en el mercado,
en cuales quieren invertir.
Un
emprendimiento es una combinación de una idea u oportunidad de negocios, con
una serie de recursos (habilidades técnicas, gerenciales, comerciales y
sociales). El éxito en términos de rentabilidad depende de la calidad de las
oportunidades de negocio y de la cantidad de recursos que la compañía tenga
para aplicar a esas oportunidades.
En
un mundo sin costos de búsqueda y sin información asimétrica (con todos los participantes
del mercado teniendo la misma información) la
cantidad de recursos utilizados para acompañar una idea será siempre la óptima.
Sin embargo, en el mundo real, la asimetría de información (diferencia en
información de los participantes en el mercado, es decir entre inversionistas y
emprendedores) hace que la adquisición de recursos externos sea más costosa.
Por este motivo, algunas empresas prefieren utilizar los recursos internos para
acompañar a sus oportunidades de negocio a pesar de que estos sean limitados. En
otras palabras, la razón por la cual algunos empresarios optan por no
participar del mercado de capital de riesgo (en aquellos mercados en donde el
capital emprendedor está poco desarrollado), es el costo de preparación y búsqueda
para acceder a estos recursos externos.
Hay
tres tipos de emprendimientos en el mercado: 1. Los emprendimientos que cuentan
con recursos internos suficientes (capital
financiero, gerencial y social) para no tener que incurrir en los costos
asociados con la búsqueda de los recursos y las ineficiencias de información,
2. Los que prefieren utilizar únicamente
sus recursos aun cuando estos no sean suficientes para el óptimo desarrollo
del emprendimiento, y 3. Los que teniendo limitaciones de recursos internos optan por conseguirlos de fuentes externas
a pesar de los costos que esto implica.
La
labor de un fondo de capital de riesgo es reducir estos problemas de
información y búsqueda. Pero dependiendo del desarrollo del mercado de capital
de riesgo, (del número de inversionistas en relación a los emprendimientos), estos
inversionistas tendrán posibilidad de apoyar mayor o menor número de empresas.
Si
los emprendimientos cuentan con recursos
suficientes (tipo 1), la presencia de los inversionistas de capital de
riesgo no hace diferencia en la rentabilidad de los emprendimientos. En el caso
de los emprendimientos que prefieren utilizar únicamente sus recursos
aun cuando estos no sean suficientes (tipo 2) y en el de aquellos que optan por conseguirlos de fuentes externas (tipo
3), la presencia de un inversionista de capital de riesgo tiene un impacto importante
en la rentabilidad. Este impacto es
mayor a cuando las oportunidades son más atractivas y a medida que los recursos
internos de los emprendedores son más limitados.
La
decisión de buscar recursos externos depende de la expectativa que tenga el
emprendedor de que los fondos de capital agreguen valor a su oportunidad de
negocio. Cuando las expectativas de obtener valor agregado superan los costos
de preparación y búsqueda, los emprendedores optan por entrar al mercado de
capital de riesgo.
Cuando
la cantidad de fondos de capital de riesgo es reducida, sus capacidades de
agregar valor no son claras, o hay muchos emprendimientos compitiendo por los escasos
recursos, los emprendedores optan por no entrar a este mercado.
En
mercados poco desarrollados, sólo aquellos emprendimientos con buenas
oportunidades pero con muchas limitaciones de recursos (capital financiero,
capital gerencial y capital social) perciben suficiente valor agregado y están
dispuestos a buscar activamente capital de riesgo.
Para
los inversionistas de capital de riesgo en los mercados menos desarrollados son
más importantes las competencias en la gestión de los emprendimientos (en la
transferencia de capital gerencial y social), que su experiencia en la
selección de ganadores. La posibilidad
de “escoger cerezas” es baja y los fondos deberán conformarse con “besar los
sapos” para tratar de convertirlos en príncipes.
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