martes, 10 de noviembre de 2020

ESTRATEGIAS PARA APROVECHAR LA DISRUPCIÓN

Por: Fernando Cárdenas E.

La crisis actual originada por el COVID 19 ha tenido un efecto marcado sobre el comportamiento de los consumidores y cambios en el marco normativo. En un articulo reciente publicado en el Sloan Management Review de MIT, Paul Nunes, Anette Rippert y Larry Downes de la firma consultora Accenture, proponen cinco estrategias para aprovechar estos cambios y salir ganadores en la post pandemia. 

Según los autores hay cinco estrategias que han sido importantes para que las empresas puedan reaccionar adecuadamente a las disrupciones. Estas estrategias eran validas antes de la pandemia, pero los cambios recientes en los hábitos de consumo y en las regulaciones relacionadas con los negocios, consecuencia de la crisis actual, hacen que hoy en día sean más importantes que antes. Las empresas deben: 1. Resolver la falta de inversión histórica en tecnología, 2. Dejar de depender de ventajas regulatorias para su industria, 3. Mejorar el entendimiento sobre la capacidad de adaptación de los consumidores, 4. Desarrollar nuevas formas de alianza y 5. Aprovechar las plataformas tecnológicas que han demostrado funcionar bien bajo las condiciones actuales causadas por la pandemia.    

1. LA FALTA DE INVERSIÓN EN TECNOLOGÍA:

Para nadie es un secreto que la crisis actual dejo ver claramente que muchas de nuestras empresas no estaban suficientemente preparadas para el mundo digital. Si bien muchas de las tecnologías necesarias para hacer esa transición al mundo virtual están disponibles y han demostrado estar listas, la mayoría de las empresas no habían invertido los recursos y el tiempo suficiente para poder utilizarlas. Estas inversiones son particularmente urgentes en los negocios de servicios en donde probablemente la falta de competencia efectiva ha desincentivado el uso de las tecnologías disponibles y maduras. Es necesario invertir en su adopción y experimentar con temas relacionados con la prestación de servicios virtuales y el soporte al cliente. 

Cualquier negocio que no esté preparado hoy para prestar sus servicios en forma 100% virtual corre el riesgo de desaparecer y esto es independiente del tamaño de la empresa. Es necesario entonces que las compañías asignen una parte importante de sus presupuestos a adoptar y experimentar con tecnologías digitales que faciliten el desarrollo del negocio, la entrega de productos y servicios y la atención al cliente.  

2. LA DEPENDENCIA DE REGULACIÓN QUE PROTEGE DE LA COMPETENCIA

En industrias en las cuales la legislación juega un papel fundamental o en aquellas en las cuales hay poder dominante, algún tipo de beneficio fiscal o arancelario, como aun sigue siendo cierto en varios casos en nuestros países, las empresas no tienen incentivos para experimentar nuevos modelos de negocios o tecnologías que los propicien. Mucho menos tienen interés en auto canibalizar sus negocios y adelantarse a alguna disrupción. 

Es entonces importante que las empresas analicen su condición competitiva en el mercado y las fuentes de esas ventajas. Si sus ventajas dependen de condiciones legales o de estructuras monopolicas u oligopolicas y definan acciones estratégicas suponiendo que estas ventajas artificiales van a desaparecer.   

3. ENTENDER MEJOR LA CAPACIDAD DE ADAPTACIÓN DE LOS CONSUMIDORES

Muchas empresas han retardado su digitalización y la adaptación a la realidad virtual con la falsa premisa de que sus consumidores son diferentes. De que prefieren las experiencias físicas a las virtuales, bien sea por su edad o por la naturaleza del producto o servicio o por la calidad del personal que los atiende. Si bien muchas de estas cosas son ciertas, la realidad actual ha demostrado que los consumidores son bastante flexibles. Muchos de ellos que se definían a si mismos como poco amigos de la tecnología están aprendiendo a utilizar servicios virtuales y los están adoptando.  La pandemia ha demostrado que hay grandes oportunidades al llegarle a los consumidores a sus ambientes naturales y que, contrario a lo que se pensaba, estos son capaces de adaptarse a las nuevas formas te interactuar con las empresas.  

4. NUEVAS FORMAS DE ALIANZAS

Una vez que las empresas se logran actualizar tecnológicamente, las posibilidades de integrarse con sus ecosistemas aumentan. La interacción con aliados en la cadena de suministro como proveedores o distribuidores se facilita. Las empresas no deberían esperar una crisis como la actual para empezar a materializar oportunidades de alianzas e interacciones con otros miembros de su ecosistema. La puesta en práctica de programas de emprendimiento corporativo en los cuales las corporaciones busquen oportunidades conjuntas con emprendimientos puede ayudar a incorporar nuevas tecnologías o a aprovechar nuevos modelos de negocios e incluso reducir los tiempos de desarrollo y salida al mercado de nuevos productos o servicios.   

5. APROVECHAR PLATAFORMAS EXISTENTES

La internet ha demostrado ser uno de los héroes durante esta pandemia. Gracias a la interconexión ha sido posible mantener en operación muchos de los negocios que de otra forma se verían abocados a cerrar. Esto posibilita el desarrollo de nuevos productos, servicios y formas de operar negocios alrededor de las plataformas existentes en la red. Ejemplo de esto son los modelos de venta, reunión y coordinación vía videoconferencia o el mercadeo y ventas a través de las redes sociales. Otro ejemplo de esto es la utilización de los canales logísticos de domicilios utilizando las plataformas existentes. Todo esto sugiere acciones inmediatas para evaluar el estado actual de la tecnología de la empresa con el fin de buscar oportunidades para aprovecharla mejor y para explorar oportunidades de integrar esta tecnología interna con las plataformas existentes en el mercado y con los servicios ofrecidos por terceros. 

CONCLUSIONES 

Muchas de las empresas en nuestros países estaban rezagadas en términos de su adopción de tecnologías y digitalización de sus negocios.  La alta dependencia de la protección legal y de la falta de competencia ha ayudado a demorar las inversiones en tecnología y digitalización pero la nueva realidad originada por la crisis del COVID 19 ha puesto en evidencia esas limitaciones y exige a quienes quieran sobrevivir y ser competitivos repensar el uso de la tecnología para mejorar sus modelos de negocio, integrarse con el ecosistema y aprovechar la disrupción.


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