jueves, 9 de septiembre de 2021

Las organizaciones con “alma” convierten la estrategia en estilo de vida

Por: Fernando Cárdenas E.

Las empresas hoy en día se enfrentan a mayores niveles de incertidumbre lo que hace cada vez más difícil el proceso de toma de decisiones estratégicas sobre el negocio. Las herramientas tradicionales de análisis no son adecuadas en estos ambientes llenos de complejidad y ambigüedad. ¿Será entonces necesario repensar la forma en la que las compañías actúan estratégicamente? 

En un artículo publicado en el Sloan Management Review los profesores Nonaka y Takeuchi presentan las conclusiones de 50 años de investigación sobre la evolución de las organizaciones para convertirse en lo que ellos llaman organismos vivientes con “alma”. A continuación, resumo los aspectos principales de su investigación.  

Según los autores, las organizaciones han pasado de ser maquinas que procesaban información a convertirse en organismos vivientes basados en un propósito moral. Hoy en día las empresas exitosas ofrecen valor a sus clientes, contribuyen a la sociedad, viven en harmonía con su entorno y ayudan a crear un mejor futuro para todos. Son organizaciones con “alma”.

EL “ALMA” DE LAS ORGANIZACIONES

Varios estudios muestran que el sentido de propósito es un componente fundamental de la felicidad en los individuos. Ese sentido de propósito también existe en las organizaciones. Las empresas son un conjunto de seres humanos que deberían tratar de hacer lo correcto. Al igual que los individuos, estas deberían trabajar duro, tener buenos pensamientos, hacer lo correcto, ser auto-reflexivas y tener disciplina y mejorar cada día. Principios como estos son los que definen el “alma” de las empresas. Condición fundamental para construir una sociedad justa y sostenible. Condición que en mi opinión se ha perdido bastante, tanto en nuestras empresas como en nuestros individuos. 

Aquellas organizaciones que logran conectar su “alma” con su estrategia pueden lograr simultáneamente retorno para sus accionistas, creación de valor para sus clientes y mejorar la calidad de vida de empleados, aliados y de la sociedad en general. Esto, además puede ser contagioso y animar a los lideres de otras organizaciones a hacer lo mismo. 

Los autores de la investigación proponen que las organizaciones formulen su estrategia con el “alma” y la ejecuten con el cerebro. El “alma” describe las verdades y principios que deben guiar a las empresas y obedece a una filosofía empresarial que nace de la experiencia y la práctica. El “alma” ayuda a las organizaciones a navegar la incertidumbre y mantener el rumbo claro.  El cerebro, hace el trabajo analítico que aporta los elementos necesarios para la ejecución. Sin embargo, en ambientes de alta incertidumbre, no es por si solo suficiente para interpretar la complejidad del mundo en el que se mueven las organizaciones modernas.  Al empezar con el “alma” las organizaciones definen su propósito y luego utilizan el cerebro para hacer que este se haga realidad. 

¿CÓMO JUNTAR ESTRATEGIA Y ALMA?

Los resultados de la investigación sugieren 6 prácticas que ayudan a que la estrategia se convierta en un estilo de vida:

Aprender A Vivir Con La Complejidad: 

Utilizar diferentes perspectivas y experiencias provenientes de diferentes dominios del conocimiento. No existe una única solución ni respuesta ante la complejidad. Combinar herramientas analíticas con el pensamiento intuitivo.  

Adaptarse al Cambio: 

El cambio rápido en los entornos de negocio, impulsado en gran medida por el progreso tecnológico, hace necesario que los lideres y sus organizaciones traten de anticiparse y adaptarse a estas nuevas circunstancias. Para esto es importante que se haga seguimiento a las tendencias emergentes, que se entiendan los cambios culturales y que se experimente y se invierta con el fin de adaptar las organizaciones y sus equipos. 

Abrazar la Dualidad Dinámica: 

En el mundo occidental los ejecutivos dividen el conocimiento en dos categorías; El conocimiento explicito que puede ser fácilmente explicado y compartido, y el conocimiento tácito, que es más intuitivo y que se gana y transfiere con la experiencia. Usualmente en nuestro medio el conocimiento explicito es mucho mas valorado que el conocimiento tácito. En oriente, la tradición entiende el conocimiento explicito y el tácito como complementos, con un mayor énfasis en el conocimiento tácito. Ambos forman una dualidad en permanente interacción e intercambio para crear cosas nuevas a través de la experiencia.        
Empatizar con todo el mundo: 

Para poder enfrentar las crisis del mundo actual, tanto los políticos como los lideres empresariales deben unirse. Para esto es fundamental desarrollar empatía. Es decir, desarrollar la capacidad de entender la perspectiva de los demás y la habilidad los sentimientos y puntos sensibles y colaborar para generar relaciones constructivas.  

Contar Historias: 

Los lideres efectivos entienden la importancia de usar historias para comunicar la esencia de sus principios e ideales y ayudar así a que estos hagan parte integral de la estrategia. 

Compromiso con la Naturaleza: 

La importancia de entender como un todo la humanidad y la naturaleza es todos los días más relevante en momentos en que es necesario reparar el daño que la industrialización a causado al medio ambiente. Las organizaciones deben asegurarse de que todas las personas entiendan la simbiosis que existe entre ellas y sus entornos y el papel que cada uno de nosotros juega para poder vivir en armonía con la naturaleza y en poder preservarla y preservar nuestra subsistencia.  

CONCLUSIONES

Para sobrevivir y ser exitosas en el futuro, las organizaciones deberán convertir estas seis prácticas en su estilo de vida. La estrategia debe ser construida por seres humanos con pensamientos positivos. Por personas interesadas en hacer lo correcto, que practiquen la auto-reflexión y la disciplina en todos los aspectos de sus vidas. Estas prácticas deberán representar la filosofía de cómo hacer negocios. Lo que los autores llaman el “alma” de las organizaciones. La estrategia se trata de tomar decisiones y estas decisiones definen el futuro. Pero este futuro no es únicamente el de las empresas, este futuro debe incluir a la sociedad y el entorno para mejorar la calidad de vida de todos y vivir en armonía.