martes, 12 de junio de 2018

EL PARADIGMA DE LOS EQUIPOS FUNDADORES

Por: Fernando Cárdenas E.

A todos los que hemos estado vinculados al emprendimiento de alguna manera nos han inculcado la regla de oro del emprendimiento. El equipo es el elemento central del éxito. Un equipo interdisciplinario es fundamental para que los emprendimientos salgan adelante. ¿Será que los datos ratifican este paradigma? ¿Son mejores los emprendimientos con varios fundadores? 

Greenberg de NYU y Mollick de Wharton realizaron una investigación utilizando datos de compañías financiadas por crowd funding para responder estas preguntas y en este artículo se describen sus principales hallazgos.
  
De todas las decisiones que se deben tomar en las nuevas empresas, tal vez la más importante de todas es cómo conformar el equipo de emprendedores. La decisión más elemental de todas es si debería incluso crearse un equipo. Los inversionistas y expertos en emprendimiento han mantenido desde hace años la posición de que un equipo interdisciplinario es el componente más importante del éxito emprendedor. Este tema se ha convertido en un paradigma proclamado a lo largo y ancho de los ecosistemas de emprendimiento. Sin embargo, no hay evidencia de investigaciones serias que validen o nieguen esta creencia generalizada. 

Por un lado es clara la ventaja de tener varias personas en el equipo y de tener diferentes experiencias y perspectivas. Pero por otro lado, existe la complejidad de la interacción personal entre los miembros del equipo, que puede causar distracción en el emprendimiento e inclusive afectar en forma fatal su desempeño. A pesar de que la opinión de que los emprendedores eran genios inventores fue común hace muchos años, con el tiempo los expertos y la visión popular se fue orientando a creer que los equipos son la mejor manera de emprender. Esta visión se debe en opinión de  Greenberg y Mollick a tres factores principales: 1. Los equipos son fuentes interesantes de estudio de los procesos sociales y por eso generan más interés que los fundadores individuales. 2. Hay elementos teóricos importantes que hacen pensar que los equipos deben funcionar mejor que los individuos y por lo tanto el interés en investigar el desempeño comparativo de equipos e individuos ha sido poco. 3. Los pocos estudios que se han hecho hasta ahora han sugerido que los equipos pequeños no son tan exitosos como los equipos de varios fundadores y no ha existido curiosidad por revisar estos estudios, ni por profundizar en el desempeño de los emprendimientos con un único fundador. 

Por las razones descritas anteriormente, la visión de que los emprendimientos fundados por equipos son mejores que los fundados por individuos, ha prevalecido entre los expertos y se ha vuelto parte del proceso de evangelización a los nuevos inversionistas, emprendedores y de las aceleradoras. Sin embargo, no hay investigaciones recientes solidas que confirmen este paradigma. Si el conocimiento y la experiencia fueran los factores determinantes del emprendimiento los equipos deberían ser más exitosos que los individuos. Pero esta visión ignora los aspectos sociales del emprendimiento. Los fundadores dedican gran parte de su tiempo a trabajar bajo condiciones de incertidumbre y ambigüedad. Esto causa frustraciones, estrés y conflictos, que pueden afectar en forma sustancial el desempeño e incluso poner en riesgo el futuro de los emprendimientos. En este caso deberían ser mejores los emprendimientos creados por fundadores individuales. 

Para tratar de resolver cual de estos factores prima, Greenberg y Mollick utilizan una muestra estratificada con más de 7 mil emprendimientos dentro de la plataforma de crowd funding Kickstarter. De esta muestra 28% corresponde a fundadores individuales, 31% a equipos de dos personas y 41% a equipos de tres o más fundadores. Después de controlar por la experiencia, la dedicación de tiempo, el género, la industria, aspectos organizacionales y otros factores, el estudio muestra que los fundadores individuales, a pesar de tener menores ambiciones en cuanto a los recursos a levantar, acaban consiguiendo mayores recursos que los equipos de dos personas y no menos que los equipos de más de tres personas. 

El estudio también encuentra que los emprendimientos fundados por un solo individuo tienen 2.3 veces más probabilidad de subsistir en el tiempo, que aquellos fundados por equipos de dos o más personas. Los resultados de esta investigación muestran en forma consistente que los emprendimientos de individuos tienen menor probabilidad de disolverse o de suspender sus negocios cuando se trata de emprendimientos con ánimo de lucro. También hay alguna evidencia de que los emprendimientos de individuos tienen mejores resultados financieros que los creados por equipos de más de tres personas y evidencia sustancial de que los resultados de los emprendimientos de individuos son mejores que los de aquellos creados por equipos de dos personas. 

Conclusiones


Si bien los expertos e inversionistas evangelizan acerca de la importancia de los equipos interdisciplinarios y este paradigma hace parte de las prácticas  comúnmente aceptadas sobre la inversión y el emprendimiento, la investigación de Greenberg y Mollick nos invita a revisar estas creencias. Al parecer es mayor el efecto en fricciones sociales dentro del emprendimiento que la ventaja de las diferentes perspectivas y experiencias. Los datos parecen sugerir que si bien dos o mas cabezas piensan mejor que una, dos o mas personas tienen más probabilidades de conflicto y distracción, lo que puede llevar a afectar sustancialmente o inclusive a acabar el emprendimiento. Parece ser que las experiencias de Larry y Sergey de Google o de Jobs y Wozniak de Apple son menos probables de subsistir que las de por ejemplo Jeff Bezos de Amazon. Valdría la pena investigar si estos hallazgos son validos también para los emprendedores en nuestros países, en donde no nos destacamos precisamente por las habilidades de trabajo en equipo, ni por la falta de conflictos y polarización entre personas.       

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